miércoles, 2 de septiembre de 2009

El Mate


La forma de preparación del mate fue transmitida por los guaraníes a los colonizadores españoles y portugueses (en portugués se terminó llamando chimarrão). Con el transcurso del tiempo fue adoptada como bebida tradicional de los gauchos en Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia (principalmente en el Chaco y Río Grande del Sur); llegando a difundirse su consumo hasta Chile. Durante el siglo XIX era común que a Chile llegara sólo el "palito" de la yerba mate, lo cual hacía una pequeña diferencia en el mate consumido por los chilenos.
Actualmente el mate sigue siendo una infusión de gran popularidad en casi todos los países mencionados, sobre todo en Argentina y Uruguay, en este último teniendo la particularidad de que es bebido diariamente por gran parte de la población y es usual ver que se lo consuma en la calle, mientras se espera el transporte o simplemente se camina al trabajo. Cabe aclarar que el mate en Argentina y Uruguay no suele ser una bebida de consumo individual, sino que es costumbre compartirlo entre conocidos. En estos dos países el mate forma parte de la actividad cotidiana en muchos hogares y, en algunos casos, en oficinas, donde es muy común ver a profesionales trabajando frente a sus computadoras con el
termo y el mate acompañando su actividad. Es por sus características estimulantes y por su bajo costo la bebida por antonomasia del estudiante universitario en estos dos países. En Chile, desde el siglo XX el consumo del y el café han dejado a nivel urbano en segundo o tercer plano la costumbre de beber mate; presentándose en este país gran parte de su consumo en las zonas rurales. Sin embargo, su consumo se acrecenta por parte de la juventud chilena, especialmente universitaria, debido a la relación existente con Argentina y Uruguay. Por otra parte es más común beber mate en el sur de Chile, que en la zona norte de dicho país, y es muy popular sobre todo en la Región de Aysén, en la zona próxima a Coyhaique. También el mate es una bebida muy común y muy popular entre los presos o población carcelaria de todo Chile.

El mate posee una vajilla especial: el recipiente principal (el mate o porongo), la bombilla y —añadido desde el s XX— el termo; a este conjunto se suma frecuentemente un ensamble portátil (casi siempre constituido principalmente con metal) que reúne dos recipientes: la "yerbera" (es decir el recipiente en donde se deposita la yerba para cebar el mate) y la "azucarera".
Incluso la "pava" (Argentina) o "
caldera" (Uruguay) con la cual se calienta y vierte el agua para el mate suele ser especial. Este recipiente es llamado metafóricamente "pava" en Argentina porque su silueta recuerda a un pavo. Es muy semejante a una tetera; sin embargo, su pico tiene una muesca que facilita el vertido con un chorro fino del agua caliente dentro de los recipientes. Incluso existen bandejas especiales con molduras para acomodar la vajilla precitada y el plato en el cual se encuentran ciertas galletitas y "bizcochos" (Uruguay) o "facturas" (Argentina) (polvorones, tortas fritas buñuelos, etc.) con las que tradicionalmente se acompaña el mate

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